Hace cinco años, a los amigos Juan Pablo del Sante y Gerardo Délano les ofrecieron comprar una antigua pastelería familiar en Vitacura, de la abuela de Gerardo. Estaban los dos sin trabajo, pero en una decisión impulsiva, que les valió varios retos, dijeron que sí. Y así, sin saber mucho sobre cocina (pero sí con un gran gusto por comer rico), partieron la aventura.
En AM Dulcería empezó el desafío: cómo modernizar una pastelería querida por su clientela fiel, pero con mucho por mejorar. Cuando estaban en eso, la señora de Juan Pablo les hizo una pregunta que cambiaría su destino: “¿y por qué no hacen barquillos?”. Después de varias pruebas, que incluyeron idas a la ferretería para inventar la mejor técnica para formar y rellenar los barquillos, lograron crear los más ricos de Chile, inspirados en esos bien tradicionales, que forman parte de nuestra cultura popular, pero con un toque diferente.
El boca a boca hizo lo suyo y, en poco tiempo, la Barquillería se transformó en un infaltable en todas las celebraciones. Llegar con una cajita de la Barquillería es sinónimo de la mejor bienvenida y los viajeros no se los pierden, porque saben que llevar un barquillo a cualquier rincón del mundo, es también llevar un poco de la historia y los sabores de Chile.
Por eso, en 2023, Juan Pablo y Gerardo decidieron separar las marcas y abrieron la primera tienda de la Barquillería en Vitacura, que vendrá seguida de varias más, y estrenaron una nueva planta de producción de más de 800 m2. “Se vienen cosas bien entretenidas e innovadoras. Nuestro lema es que lo rico es mejor si se comparte y eso es lo que queremos: estar en los mejores momentos de la vida de nuestros clientes”, cuentan.